¿CÓMO SE REALIZA UN PROCEDIMIENTO ENDOVASCULAR?

Los procedimientos endovasculares (también conocidos coloquialmente como “cateterismos”) se realizan muy frecuentemente con anestesia local. Estos son los pasos más habituales, de forma general:

  1. Se prepara la piel del paciente con una solución antiséptica, y una vez decidido el lugar de punción se anestesia la zona con anestésico local (figura 1).
  2. Se punciona la arteria / vena con una aguja hueca (figura 2).
  3. Se avanza a través de esa aguja un alambre flexible especial, llamado “guía” (figura 3). Con la ayuda de los catéteres (que son tubos de un plástico suave, muy finos y largos, con diferentes formas en la punta) se puede dirigir la guía por el sistema vascular, y llegar hasta la arteria / vena que hay que tratar (figuras 4 y 5).
  4. Una vez localizada la guía en el objetivo, sobre ella pueden avanzarse distintos dispositivos. La elección de los mismos dependerá de la patología que haya que tratar.
  5. Cuando el tratamiento haya finalizado, se retiran los materiales y se realiza compresión en el punto de punción, para evitar un sangrado por el orificio que ha hecho la aguja en la pared vascular. También pueden utilizarse determinados dispositivos de cierre, los cuales cierran / taponan dicho orificio, eliminando la necesidad de realizar compresión manual.
  6. El paciente debe guardar reposo en cama un tiempo prudencial después del procedimiento para evitar sangrado. Ese tiempo es variable, siendo mayor cuando la punción es arterial (dado que en las arterias la sangre se encuentra a mucha mayor presión que en las venas).
  7. Tras ese tiempo de reposo, si no surgen otras complicaciones, el paciente puede retomar su actividad habitual.