¿QUÉ ES UN ANEURISMA DE AORTA ABDOMINAL (AAA)?

Llamamos aneurisma a la dilatación de un segmento concreto de un vaso sanguíneo. Al tener mayor diámetro esa zona, las paredes del vaso tienen menor resistencia, y por consiguiente tienen mayor riesgo de romperse, provocar una hemorragia interna, y muchas veces la muerte.

El aneurisma arterial más frecuente se localiza en la aorta abdominal, que se encarga de repartir la circulación a todos los órganos del abdomen, así como de ambas piernas (figura 1 y 2).

La gran mayoría de las veces, los aneurismas de aorta no dan ninguna sintomatología, y se detectan de forma fortuita cuando el paciente se hace una ecografía abdominal o un TAC por otro motivo. Pero, poco a poco, aunque no den molestias, tienden a crecer de forma progresiva, y cuanto más grandes son, mayor es el riesgo de que se rompan y produzcan una hemorragia.

Por eso es muy importante la detección precoz de esta patología, para que su Cirujano Vascular pueda hacer un seguimiento correcto, y planificar una intervención quirúrgica en el momento más apropiado. De forma general hay dos opciones de tratamiento quirúrgico para esta patología:

  • Tratamiento quirúrgico abierto: consiste en sustituir el segmento dilatado de la aorta mediante una prótesis sintética, mediante una incisión en el abdomen (y en ocasiones también en las ingles). Es una cirugía que obtiene muy buenos resultados, y si no surgen complicaciones en los primeros meses tras la intervención, el riesgo de complicaciones a largo plazo es muy bajo. Pero es un tipo de intervención que, sobre todo en pacientes que tengan enfermedades pulmonares, renales o cardiológicas, tiene mayor riesgo que el tratamiento endovascular.
  • Tratamiento endovascular (EVAR – EndoVascular Aortic Repair): consiste en el sellado del aneurisma con una endoprótesis recubierta, la mayor parte de las veces con forma de “pantalón” (endoprótesis bifurcada), que se despliega dentro del aneurisma. Estas prótesis van plegadas en unos dispositivos (de un grosor variable, mayor que los catéteres habituales, aproximadamente entre 4,5 y 7 mm) que se introducen a través de las ingles, sin incisión o mediante incisiones pequeñas. Por medio de rayos X, el cirujano va “montando” esta prótesis por dentro del aneurisma (figuras 3 y 4), de forma que éste quede sellado: el flujo arterial pasa por la endoprótesis, pero ya no da presión a la debilitada pared del aneurisma.

El tratamiento endovascular es una opción de tratamiento menos agresiva que la cirugía abierta, también con unos resultados muy buenos, indicada sobre todo para pacientes de mayor edad o con enfermedades asociadas. No obstante, a largo plazo es más probable que requiera algún otro procedimiento para mantener un “sellado” correcto del aneurisma.

La decisión sobre qué tipo de tratamiento es mejor para cada caso no siempre es fácil, y depende de muchos factores. Su Cirujano Vascular está familiarizado con ambas técnicas, y le podrá informar y establecer qué tipo de seguimiento / tratamiento es el más adecuado para usted.